Seguramente nunca hayas escuchado hablar sobre la deflactación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y este año te está empezando a sonar porque hay varias comunidades autónomas que han anunciado medidas para deflactar el IRPF con el fin de neutralizar los efectos de la inflación en el poder adquisitivo de los contribuyentes.
Aunque la deflactación es un mecanismo que está directamente relacionado con los contribuyentes individuales, también tiene repercusiones en el ámbito empresarial.
Ante la situación de inflación y la pérdida de capacidad adquisitiva de la ciudadanía, los gobiernos de varias comunidades han decidido adoptar medidas y modificar los tramos autonómicos de la declaración de la renta deflactando el IRPF.
De momento Andalucía, Madrid, Valencia, Galicia, País Vasco, Murcia o Castilla y León, ya han decidido realizar dicha deflactación del IRPF con porcentajes similares a los que se han subidos los salarios.
Qué es la deflactación del IRPF
El aumento de precios generalizado en carburantes, hipotecas, suministros, y la cesta de la compra en general ha provocado un empobrecimiento de facto generalizado en la población española. Mientras el IPC ha subido un 6%, los salarios brutos han crecido un 4,3%, según la última encuesta de costes laborales del INE.
La inflación se ha situado en febrero de 2023 en un 6,1% (un 7,7 % de inflación subyacente) interanual con sectores como la alimentación en el que se alcanza un 16,6%, es aquí donde entra en juego el concepto de deflactación que te explicamos a continuación.
La deflactación del IRPF es un ajuste que se realiza en la base imponible del impuesto de la Renta, con el fin de neutralizar los efectos de la inflación en el poder adquisitivo de los contribuyentes.
Este mecanismo busca evitar que las personas paguen más impuestos debido a un incremento en sus ingresos causado por la inflación, y no por un aumento real en su capacidad económica.
Cómo funciona la deflactación del IRPF
Para aplicar la deflactación del IRPF, se emplea un índice de inflación como el IPC (Índice de Precios al Consumo) y se ajusta la base imponible del IRPF según la variación de este índice en el periodo impositivo correspondiente.
El IRPF es un impuesto progresivo, cuanto más se gana más alto es el tipo impositivo que se aplica, pero los tramos de los gravámenes del IRPF no se ajustan automáticamente a la inflación.
En el proceso de deflactación se actualizan los tramos y las deducciones del IRPF, aplicando el IPC acumulado en ese periodo. Es decir, si la inflación ha sido del 2%, se te ajustará la base imponible para que refleje el incremento real del poder adquisitivo y no el aumento nominal de los ingresos.
Así, los contribuyentes que han experimentado un aumento en sus ingresos fruto a la inflación tributarán en un tramo similar al que se encontraban antes de dicho aumento. De esta forma, se evita que paguen más impuestos.
¿Qué Comunidades Autónomos han deflactado el IRPF?
Te estarás preguntando en que comunidades se aplicará la deflactación del IRPF, por el momento las pioneras han sido Madrid, Andalucía y País Vasco que se han sumado otras comunidades, como Castilla y León, Murcia, Valencia y Galicia. Mientras, el Gobierno ha mantenido que el tramo estatal continuará siendo el mismo.
Por eso cada autonomía deberá concretar el porcentaje que deflactará el impuesto. En Madrid y Andalucía, la cifra parece que estará sobre el 4%. En el País Vasco se eleva hasta el 5,5%
Por ejemplo, la Comunidad de Madrid ha confirmado la deflactación del 4,1% para los tramos del IRPF autonómico que le competen, de tal manera que quedarán fijados de la siguiente forma:
Cómo afecta la deflactación del IRPF a tu Renta
El impuesto de la Renta se divide en dos partes: el tramo estatal y el tramo autonómico, y la suma de ambos da el porcentaje final que pagas.
La deflactación del IRPF ha sido una de las medidas más debatidas en las Comunidades Autónomas y ya hemos visto cómo varias lo han implementado.
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Cómo afecta la deflactación a las empresas
La deflactación del IRPF es una medida que afecta directamente a los contribuyentes individuales, aunque tiene también un impacto en las empresas, especialmente en aquellas que actúan como retenedoras del impuesto.
Estas son algunas de las implicaciones para las empresas:
- Actualización de las escalas de retención: como empresa que actúa como retenedoras del IRPF, debes ajustar las retenciones que practicas a sus trabajadores de acuerdo con los nuevos tramos y deducciones actualizados. Esto implica una revisión y actualización de las nóminas y de las retenciones practicadas.
- Revisión de los contratos y nóminas: Las empresas deben estar al tanto de los cambios en la normativa y asegurarse de que se reflejen en los contratos y nóminas de sus empleados. Esto incluye la actualización de las bases imponibles y las tarifas de retención del IRPF.
- Control del cumplimiento: Esta medida también puede afectar a las obligaciones formales de las empresas en cuanto al cumplimiento de sus deberes ante la Agencia Tributaria y la presentación de modelos tributarios. Es fundamental que estés al tanto de los cambios y se ajusten a ellos para evitar sanciones y recargos.
- Impacto en la gestión de recursos humanos: Las medidas que afectan a nóminas y salarios puede influir en la política salarial de la empresa y en la negociación de convenios colectivos, ya que los empleados pueden verse afectados por los cambios en los tramos y deducciones del impuesto.
